Tarde de furia para Rubén Insúa, ¿Por qué expulsaron al Gallego?

El entrenador azulgrana se vio envuelto en una situación candente durante la primera mitad del encuentro, resultando en su expulsión después de un enfrentamiento con uno de los asistentes de Gabriel Heinze.

Un día poco común para el Gallego. Estos episodios son raros en su historial, lo que hace que la situación que vivió el DT de San Lorenzo sea aún más inusual. En el contexto de la octava jornada de la Copa de la Liga, San Lorenzo y Newell’s se enfrentaron en el estadio Pedro Bidegain, pero el partido se tornó áspero y Gabriel Insua, entrenador del Ciclón, reaccionó de manera airada frente a uno de los asistentes de Heinze. Finalmente, Nicolás Lamolina expulsó al técnico del equipo azulgrana.

Transcurrían 33 minutos del primer tiempo y Newell’s ya lideraba 1 A 0. Sin embargo, las mayores emociones del partido se produjeron cuando Ignacio Shor se tiró al suelo debido a una lesión y, al intentar realizar un cambio, se desencadenó un tumulto entre los cuerpos técnicos de ambos equipos en la zona de acceso al campo. Insua y Heinze mantuvieron una acalorada conversación cara a cara sobre lo sucedido, pero hasta ese momento, nada grave había ocurrido.

En medio de la charla entre los entrenadores, Mariano Toedtli, asistente de campo del Gringo Heinze, intervino para separarlos. Fue entonces cuando Insua se involucró en el enfrentamiento, y tuvo que ser separado por otros miembros del cuerpo técnico. Aunque se logró calmar la situación, los daños ya estaban hechos. Rubén recibió la tarjeta roja, siendo esta la segunda expulsión en su etapa como entrenador del Ciclón, la anterior se había producido en Brasil cuando San Lorenzo cayó ante San Pablo en la Copa Sudamericana.

La tensión no se limitó solo a la expulsión del entrenador local; también involucró a los asistentes de ambos equipos, y Rubén continuó pidiendo explicaciones al cuarto árbitro, Sebastián Bresba. En el campo de juego, el juego no se reanudó hasta que el Gallego abandonó el terreno, y aunque Lamolina finalmente reanudó el partido, el entrenador se quedó en el túnel de salida de los jugadores. La frustración también se manifestó entre los jugadores, con Lucas Hoyos y varios integrantes del equipo rosarino perdiendo tiempo deliberadamente.