“Me fui porque no tenía buena relación con el presidente”

Damián Luna hizo divisiones inferiores en San Lorenzo y debutó en Primera con 17 años en el 2002, año en que el Ciclón obtendría al Sudamericana, en una extensa entrevista para un matutino porteño habló hace unos meses sobre su carrera y acá la recordamos.

“Vas pasando etapas. Un día nos suben a Reserva, hicimos un amistoso con la Primera y anduvimos bien, y al otro día ya estábamos entrenándonos con la Primera. Al mes siguiente estaba viajando a jugar un partido por la Copa Sudamericana. Todo va pasando y uno no piensa”, recordó el ex futbolista de 35 años.

Luna siguió rememorando su paso por el club, “desde infantiles que jugaba en el club así que ese vestuario lo conozco desde los 10 años. Está todo modificado, más moderno, pero la esencia es la misma. Fue movilizante para mí. Pasé mucho tiempo ahí. Y empezás a pensar que todo pasa muy rápido, que arrancás con un sueño y de repente la película ya pasó”.

“Nunca me tendría que haber ido de San Lorenzo. Yo me fui porque no tenía buena relación con el presidente Rafael Savino. Me sentí un poco solo porque con 19 años tuve dos lesiones en dos meses y nunca recibí un llamado para ver cómo estaba”, contó el motivo de su salida del Ciclón.

Continuando con su paso por el cuervo, Luna señaló, “en el club todos me conocían desde los 9 años. Seguramente hubiera tenido mayor respaldo para transitar el proceso de ponerme bien para volver a jugar. En cambio, en otro club era un refuerzo más y me costó un poco”, y agregó “cuando me puse bien, el tiempo ya había pasado. Y el fútbol es así. Yo estaba muy enojado con la dirigencia, la gente que me asesoraba me metía fichas porque querían sacarme del club. Uno se da cuenta con el paso del tiempo, más frío. Hoy me da la sensación de que lo mejor hubiera sido quedarme”.

Y finalizó haciendo una crónica de los últimos clubes en donde estuvo, tras su salida del Kissamikos de Grecia, “estuve cuatro o cinco meses nomás. Me fui justo cuando nació mi nena y encima yo no hablo inglés. No resistí. Estaba en un pueblito llamado Kíssamos, en la isla de Creta. El lugar era lindo hasta que se fue el verano, después no quedó nadie y se me hizo difícil. Además nunca cobré nada y me volví. Después estuve un año en el Federal A, en San Lorenzo de Alem. Y seis meses en Fénix”.

“Los recuerdos más lindos que tengo son el del debut y el haber salido campeón de la Sudamericana ese mismo año”, finalizó el ex volante azulgrana.